Cada año, decenas de fichas de juego son olvidadas en las mesas o salas de los casinos por los jugadores, sus legítimos propietarios. A posteriori, son encontradas por el personal de estos recintos que, en cambio, no pueden quedarse con ellas ni devolverse a la banca. Son las denominadas fichas huérfanas, cuyo extravío deja en el limbo el dinero que representan. Si la banca no puede quedarse con esos fondos y se desconoce al legítimo propietario, ¿qué se hace con las fichas?
Aunque parezca anormal, esta situación está prevista en la regulación española del juego, que fija que los distintos establecimientos especializados deben contar con un "Libro de registro de huérfanas" en el que deben constar el lugar, fecha y hora exacta en que fueron recogidas, además del importe que representan junto a otros datos de interés, según consta en el artículo 43.4 del Reglamento de Casinos de Juego vigente en España desde 1979. Además, la norma señala que el dinero al que equivalen estas fichas olvidadas debe ser entregado al ayuntamiento de la localidad en que se ubica el casino para que se destine a "obras de asistencia social o beneficiaria", de forma que la fórmula más habitual es donarlo a proyectos sociales.
Así lo hizo, por ejemplo, el Casino Gran Madrid de Torrelodones, uno de los más grandes de España, que a principios de este año hizo entrega de 18.348,65 euros equivalentes al total de fichas huérfanas encontradas en este famoso establecimiento. En su caso, la cuantía correspondía a las fichas encontradas durante los tres últimos años: 3.549,35 € de 2021, 2.812,22 € en 2020 y 11.987,08 € correspondientes al ejercicio 2019. En 2018 ya entregó otros 11.957,49€ por el mismo motivo.
En Marbella, otra de las grandes zonas de juego en España, la cuantía de las huérfanas durante 2021 alcanzó cerca de 6.500 euros que posteriormente se entregaron al ayuntamiento de la localidad malagueña para destinarlos a las familias desfavorecidas del municipio. En el caso del casino marbellí, esta ha sido la cifra más alta recaudada durante la última década, algo que el gerente de la entidad vinculaba con la recuperación del turismo tras la pandemia, y que también tiene que ver con la mejora del negocio de los casinos tras las paradas del negocio durante el año 2020. En 2019 hicieron entrega de otros 4.482 euros, repitiendo una acción que ejecutan desde 1978.
No muy lejos de allí, en Benalmádena, la recaudación de las huérfanas durante 2021 ascendió a 1.847 euros, que el Casino Torrequebrada convirtió en un donativo a una asociación local de atención a la discapacidad para financiar un taller de habilidades sociales y autonomía para niños, previa aprobación del ayuntamiento de la localidad, que cada año elige la entidad a la que se destinan estos fondos.
Hay incluso casinos que han convertido esta obligación legal en una oportunidad para incluirla en sus políticas de responsabilidad corporativa. El Grup Peralada, a quien pertenecen los casinos de Barcelona, Tarragona y Peralada, ha apostado por la proximidad para destinar sus fondos, y aunque no quieren dar cifras de las cuantías recaudadas, aseguran que cada año se hace entrega del dinero equivalente a los tres ayuntamientos de estas localidades, que luego reinvierten en proyectos de proximidad, como la agrupación local en Peralada de la Asociación Española contra el Cáncer. lainformacion